martes, 3 de julio de 2007

Industria y crianza del pura sangre inglés

La industria del caballo de carreras
Prácticamente en casi todo el mundo, la hípica es una industria que genera cuantiosos beneficios, además de servir como distracción a millones de personas. El rendimiento deportivo del caballo genera muchos puestos de trabajo: desde la preparación del equino hasta su retiro de la pista, el animal necesita una atención particular e individual que sólo logra la mano del hombre.

Diariamente, el caballo precisa de trabajadores que le saquen de la cuadra, le limpien, le monten y le bajen a la pista de entrenamiento. El día de las carreras y antes de que comiencen las mismas, el jockey junto a su caballo se introducen en el paddock, un recinto adosado a la pista de carreras donde el público observa a los caballos participantes y así deciden por quién apostar, si es que todavía no lo tienen claro.

En el paddock se puede comprobar el estado en el que se encuentra el caballo: un caballo que sude mucho denota nerviosismo y posiblemente esté menos concentrado en la carrera, aunque no siempre es así, ya que puede ganar la misma.

Crianza de ganadores
"El origen de un Pura Sangre influye mucho", comenta Luis. Cuando se decide aparear a esta raza, los criadores compran buenos sementales y buenas yeguas. Hacen estudios de la genética del abuelo, del padre, etc. y así se decide a quién aparear con quién para que la cría que nazca sea de la mejor condición. "El semental tiene que ser de mucha calidad para que el producto tenga competitividad", afirma Luis Salvador.

Tanto la gestación como el nacimiento y el destete del recién nacido son importantes. Una vez que el potrillo ha nacido, se le cría en la yeguada. El primer año permanece en un prado con su madre al lado y aproximadamente cuando cumple el año sale a subasta. Como en el caso de los niños, la alimentación en cada periodo de la vida del potro es fundamental. El prado en el que permanece tiene que ser rico en minerales, puesto que la cría los necesita para alcanzar un perfecto desarrollo.

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