En circunstancias normales, el agua del grifo está tratada con cloro o cloraminas, sustancias bastante perjudiciales para los peces. Para hacer desaparecer el cloro, existen varias opciones. En las tiendas especializadas es posible adquirir un producto químico que comúnmente se denomina 'anticloro'. El cloro es un gas; así, se evaporará si se airea el agua durante uno o dos días.
Sin embargo, las cloraminas son más difíciles de eliminar. Es necesario realizar un filtrado con carbón activado. Se aconseja que el tiempo sea de 10 ó 15 días, pero dependerá de la calidad del carbón y de los componentes y toxinas que se encuentren en el agua.
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