Son muchos los factores que pueden provocar que aparezcan agentes patógenos tales como bacterias u hongos que ataquen a tus inquilinos acuáticos. Asimismo, las plantas o rocas del acuario, además de hacer el lugar más bonito, también originan algunos problemas y llegan a convertirse en enemigos del acuario.
La anémona Aiptasia pallida
El coral es muy utilizado por los acuaristas, pero es recomendable que, antes de introducirlo en el acuario, se lleve a cabo una limpieza del mismo para hacer desaparecer los restos de animales primitivos que en otra época vivieron en él y que pueden desarrollar diferentes afecciones en tu pecera.
La anémona Aiptasia pallida se introduce en el acuario con los corales. Su capacidad de expansión es enorme y "se produce una plaga en todo el acuario", informa Feliciano Martín, propietario de Acuario Polinesia. Es fácil que llegue a cubrir rápidamente toda la decoración. Esta anémona representa una auténtica amenaza para los corales, sin embargo, no tienes que preocuparte porque no presenta ningún problema para tus peces.
Existen diferentes formas de eliminarla, pero el remedio más natural y el más aconsejable es introducir en el acuario una gamba Lismata que "se limita a comerse la anémona".
Otras formas de liquidar la plaga, pero de una manera más agresiva, es introduciéndo unos peces que pertenecen a la familia del grupo mariposa. "Se comen la plaga, pero el problema está en que, a continuación, se comen a los invertebrados y hay que estar muy pendiente", asegura Martín. El hidróxido de calcio disuelto en agua es otra de las maneras para acabar con el problema, pero resulta ser peligrosa para los peces debido al aumento de calcio en el agua.
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